Desde el año 2002, la creación de blogs ha crecido exponencialmente, debido a que cualquiera puede crearse su propio blog sin tener grandes conocimientos informáticos. Esto ha hecho que existan millones de blogs sobre cualquier tema que se te pueda ocurrir. Si no encuentras un blog sobre algo en concreto que te interesa, o eres muy raro o, es posible que hayas descubierto un diamante. Te animaría a que fueses el primero.
¿Cómo funcionan? El autor de un blog escribe artículos y los publica, de manera que el más reciente aparece en la parte superior de la web. Cada vez que se publica un nuevo artículo (opost, en inglés), el anterior artículo no desaparece, sino que es desplazado hacia abajo. De manera, que el blog es una especie de archivo viviente que guarda todo lo que el autor ha ido escribiendo en el pasado. A estos artículos se pueden acceder en cualquier momento. Siempre van a estar ahí (a no ser que el autor lo borre intencionadamente).
Los blogs son una fuente muy buena de información si te interesa un tema en concreto. Para acceder a un blog sólo tienes que visitar la página web del mismo, como otra página web cualquiera. Si te gusta un blog, tendrías que visitarlo cada cierto tiempo, para ver si el autor ha escrito algo nuevo. Esto no es problema si sólo lees un blog. Pero, ¿qué pasa si te gustan varios temas o lees blogs sobre un mismo tema de autores distintos? Que tienes que visitar cada uno de los blogs. Eso implica un tiempo, con el riesgo añadido de que no haya contenido nuevo. Ahí es donde entra Google Reader.
Google Reader es una aplicación web gratuita de Google que te permite centralizar todos los blogs que te gustan, tenerlos ordenados por categorías y encima, te avisa cuando un blog tiene nuevos artículos (aparte de otras muchas funcionalidades avanzadas). Existen muchas alternativas a GReader -también lo podéis encontrar así-. Lo importante es el concepto.
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